JOSÉ CARLOS ANSELMI. El comprender la existencia humana como un viaje o peregrinación.

JOSÉ CARLOS ANSELMI. El comprender la existencia humana como un viaje o peregrinación.

Fotos personales tomadas el 3 de mayo de 2024

Estoy convencido que muchas de las obras de arte que forman parte del patrimonio del cementerio no tiene únicamente una función ornamental sino que son elementos que nos revelan la mentalidad que subyace en ellas con relación al concepto de la vida y la muerte en el momento en que las mismas fueron realizadas. El colocar el rostro de Jesucristo y de la Virgen María en esta puerta del monumento funerario le otorga un mensaje simbólico que la hace diferente a todas las otras puertas. Es interesante retomar un concepto posiblemente muy medieval que es el del “homo viator”, es decir, el ser humano que considera su existencia como un camino hacia un tiempo diferente y perfecto. Esta puerta que por un lado marca una frontera entre dos modos de existencia también es la que permite darle continuidad a este tiempo acompañados por la mediación de la Virgen María que conduce a quienes atraviesan estas puerta en forma definitiva hacia el Cristo de la vida. Estos conceptos seguramente subyacen en la significación de esta arquitectura y de estas representaciones en esta puerta. En la maravillosa placa conmemorativa podemos leer: "JOSÉ CARLOS ANSELMI. Q.E.P.D. En su 1º aniversario, sus amigos A. Spadini y J. Fiorentini le recuerdan. 1950-15 de septiembre-1951". En ella vemos un trípode del cual surge posiblemente el INCIENSO que simboliza las plegarias de sus amigos o una LLAMA VOTIVA como compromiso de un recuerdo duradero. Las hojas de HIEDRA acompañan la idea de un tiempo perfecto que no tiene principio ni fin y las ramas de ROBLE no revelan la fortaleza de la persona objeto del homenaje.