LAPLACE. Una meditación sobre el tiempo que vuela. Las clepsidras aladas

LAPLACE. Una meditación sobre el tiempo que vuela. Las clepsidras aladas.

Fotos personales tomadas el 24 de julio de 2024

El tema del tiempo, en sus diversas manifestaciones es recurrente en el lenguaje simbólico de este cementerio. Las CLEPSIDRAS ALADAS o los relojes de arena alados es uno de los símbolos más frecuentes en ese lenguaje que nos advierte a nosotros sobre ese tiempo que transcurre tan rápido. Es por eso que también se le conoce con la expresión latina TEMPUS FUGIT, es decir ese tiempo esquivo, escurridiza, que siempre se nos escapa y huye. Las alas que acompañan este reloj es justamente el atributo que simboliza esa fragilidad. Es la idea que en esta realidad nada es permanente, todo es fugaz frente a una eternidad que nos cuesta comprender. El tiempo pasa inevitablemente y es por eso que podemos comprender este símbolo también como una fuerte advertencia de saber usar con inteligencia el tiempo presente. Podemos colocar casi en paralelo y como complementos el TEMPUS FUGIT con la otra expresión latina del CARPE DIEM, aprovecha el día. Esta es una locución latina creada por el poeta de la Roma clásica Horacio en su libro Odas. En su traducción literal puede ser “aprovecha el día” usa con sabiduría cada minuto y cada hora de tu día y de tu existencia. Es por ello, que teniendo en cuenta la frecuencia en que encontramos este símbolo, podemos decir que este cementerio es un canto a la vida presente porque nos incita una y otra vez a aprovechar esta vida y a no malgastarla. Nos aconseja a no dejar pasar el tiempo y disfrutar plenamente y en profundidad lo que el tiempo actual no brinda. En la Edad Media esta misma expresión tenía un tono algo diferente porque podríamos entenderla como “vive plenamente el momento presente porque pronto has de morir”. El Renacimiento, el Barroco y el Romanticismo con sus cambios mentales enfatizaron, no ya el más allá sino el más acá, la invitación a un uso adecuado del tiempo presente. Es un mensaje optimista y una invitación a la plenitud. Estos relojes de arena acompañados por las ANTORCHAS INVERTIDAS con sus llamas encendidas fortalece esa esperanza en que la luz de la vida siempre y en toda posición son más fuertes que la amenazantes tinieblas. Esta puerta con toda su belleza es una apuesta a la vida y de un optimismo que contrasta fuertemente con los pensamientos lúgubres.