BERNARDO LARRE. La unidad y el círculo, las flores y lo transitorio, el laurel y el roble para las virtudes.

BERNARDO LARRE. La unidad y el círculo, las flores y lo transitorio, el laurel y el roble para las virtudes.

Fotos personales tomadas el 29 de enero de 2024

Aparentemente el uso de CORONAS de flores o ramas de laurel o roble en el lenguaje simbólico funerario tiene una larga historia, en especial su forma circular. Si bien el uso de flores en los ritos funerarios es común a muchas culturas y que tenía una finalidad más bien práctica, el hecho de su forma circular está relacionada con la aparición del cristianismo. El CÍRCULO es una forma geométrica en la que todos los puntos de la circunferencia están a una misma distancia del centro en una geometría que no tiene ni principio ni fin que coloca a todos esos puntos en un mismo y democrático nivel. Todos hemos de volver a ese centro del cual hemos surgido. La idea primera de este CÍRCULO es la unidad de origen y destino. Es similar al uso de la primera y última letra del alfabeto griego, el ALFA y el OMEGA que se utilizan para afirmar que todo tiene un mismo origen y un mismo destino, volver a esa unidad representada por el centro de esta figura geométrica. Las flores tiene el mensaje de lo efímero. El laurel y el roble el reconocimiento y homenaje de una vida victoriosa y de fortaleza. El verde tiene una relación con la vida tanto actual como la que se espera en un futuro perfecto. Los LAZOS siempre tienen relación con la unidad entre familiares y amigos. Al colocar esta corona en la puerta de este monumento funerario y en el espacio que nos permite contemplar el interior del mismo le da un complemento significativa muy fuerte e interesante. En la placa conmemorativa que vemos a un costado de esta puerta con elementos muy ART DECÓ podemos leer: “Amistad. Nobleza. Rectitud. BERNARDO LARRE. Q.E.P.D. Falleció el 26 de septiembre de 1940. Su esposa e hijos que eternamente te recuerdan”. Me llama la atención esa intencionalidad de eternidad que frecuentemente aparece tanto en palabras como en símbolos.