HERRERO. Acerca de PILASTRAS y CRISMÓN.
Fotos personales tomadas el 27 de octubre 2024.
Todo monumento funerario tiene un aporte que enriquece nuestro vocabulario, conocimientos del lenguaje simbólico o simplemente en su simplicidad nos impacta. En este caso volvemos una vez más a pensar en las PILASTRAS, esas semi columnas que vemos a ambos lados de la puerta. En muchos caso, como en este caso, es un pilar o imitación de columna de base cuadrada que adosada al muro imita un elemento de sostén arquitectónico pero que solo cumple una función decorativa. Estas PILASTRAS están compuestas de los mismos elementos técnicos que las verdaderas columnas. Tiene un fuste estriado y un capitel que puede responder a uno de los tres órdenes griegos: dórico, jónico o corintio. En este caso aparentemente por lo que queda de las hojas de acanto, corresponde al más elaborado de esos tres órdenes: el CORINTIO. En la historia los primeros ejemplos aparecen en la arquitectura egipcia donde mantiene su función estructural como decorativo. En la arquitectura clásica griega encontramos muy pocos ejemplos pero en la antigua Roma se utilizó este recurso con frecuencia. En la arquitectura gótica es un elemento que complementa la bóveda de crucería al ser una continuación de sus nervaduras. Con el tiempo pierde su función de soporte incorporándose cada vez más al muro y su momento culminante es en la arquitectura del renacimiento y del barroco. Sobre la puerta vemos un hermoso e interesante CRISMÓN con toda su carga simbólica. La herrería de la puerta mantiene su dignidad a pesar del peso de los años. Es muy posible que en el TIMPANO, en otros tiempos, haya habiado alguna decoración hoy perdida.
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