LOS VITRALES FUNERARIOS.IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN, su escapulario y el purgatorio.
Fotos personales.
Es muy posible que la imagen de la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora del Monte Carmelo, sea junto con la imagen de la Inmaculada Concepción la más frecuente representación en los vitrales funerarios en este cementerio. Su origen se remonta a la formación de la Orden Carmelita en el siglo XIII, cuando surgió en el Monte Carmelo próximo a Jerusalén una comunidad de ermitaños que deciden vivir bajo una regla mendicante que prescribía los tres votos de pobreza, castidad y obediencia. El hábito con el que se identifica a esta orden consiste en una túnica marrón y un escapulario del mismo color y una capa blanca con capucha símbolo de humildad. Se atribuye el origen del escapulario a que la Virgen del Carmen se le apareció a su primer general de la orden, san Simón Stock para entregarle esa prenda que descendía del cielo para anunciarle que quien muera revestido de este escapulario, que ella, la Virgen del Carmen iba a interceder por sus almas para que purificadas y ayudadas por ella, se liberen de las penas del purgatorio. A partir de este relato es que nace la relación tan estrecha en la espiritualidad católica la relación de esta advocación de María con el purgatorio y posiblemente sea el fundamento de las múltiples imágenes que de ella hay en el patrimonio cultural de este cementerio. En el contexto de esta espiritualidad es muy posible que esta devoción considere el papel de acompañante de las almas de los difuntos en su camino hacia el cielo. Técnicamente podríamos decir que esta advocación de la Virgen María y este escapulario asumen las funciones denomidas de psicopompo, es decir de aquellas figuras que acompañan las almas en el proceso de transición entre la vida, la muerte y el tiempo eterno.
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