LA ALEGORIA NO ES UN SÍMBOLO NI UNA METAFORA, TAMPOCO UN SIGNO.
Fotos personales 1º) Santiago Devoto. Alegoría de la amistad. 19 de junio 2025. 2º) Gardey. Alegoría virtud teologal de la caridad. 29 marzo 2025. 3ª ) Alfredo Leonardo Goti: Alegoría de la amistad. 3 marzo 2925. 4ª) Félix T. Muñoz. Alegoría de la Caridad. 4 mayo 2925
En el lenguaje funerario muchas veces es complicado y difícil tener claro la diferencia entre alegoría, signo y símbolos. Las alegorías son representaciones artísticas que pueden aparecer en ilustraciones o en obras de arte en múltiples contextos. En la literatura es importaste diferenciar metáfora de alegoría. Son procesos de simbolización que se realizan en forma conscientes y no son parte de los arquetipos. En general se puede tomar como regla general que viven un intenso antropomorfismo, es decir, que asumen representaciones personificadas.
Las alegorías han tenido un uso intenso en la Grecia clásica, de allí pasan a la cultura romana clásica y el Renacimiento junto con el Barroco retomaron su uso. Es importante tener en claro que las alegorías no son símbolos a pesar que en algunas representaciones simbólicas pueden aparecer símbolos como es el caso frecuente del caduceo de Mercurio o de Esculapio en las alegorías relacionadas con la medicina, farmacia o comercio.
Los símbolos remiten a una forma trascendente de mensaje mientras que la alegoría agota su mensaje en sí misma, en una situación próxima al signo convencional que también es producto de una acción deliberada y consciente. Muchas veces esa humanización o proceso antropomórfico de la alegoría hizo necesario el uso de un atributo como para poder determinar su identidad, tal el caso de las virtudes teologales donde la esperanza se la identifica porque tiene el atributo del ancla, mientras que la fe se aferra a la cruz y la caridad aparece con un niño amamantado en su pecho y rodeada de otros a sus pies.
En la mitología griega y romana podemos encontrar divinidades alegóricas como la Fortuna, la Venganza, la Libertad o el Trabajo. Esta relación entre mitología y alegoría es muy estrecha. En el lenguaje funerario es frecuente encontrar a la muerte como una imagen alegórica al igual que la eternidad, la amistad, el dolor o la tristeza. Algunas alegorías, sin dejar su aspecto antropomórficos pueden junto a sus atributos asumir acciones para fortalecer su significado como la victoria que levanta una corona de laurel que es un símbolo, o la justicia que levanta una balanza que es símbolo de equidad.
En el lenguaje funerario contemporáneo tenemos la personificación de la industria, la ganadería, la república o el comercio como nuevas formas de alegorías adaptadas a los cambios sociales o económicos.[1]
[1] CIRLOT, Juan Eduardo. “Diccionario de Símbolos”. Editorial Labor S.A. Barcelona 1992.




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