BERNARDO LARRE. Valores eternos: Amistad. Nobleza. Rectitud.

BERNARDO LARRE. Valores eternos: Amistad. Nobleza. Rectitud.

Fotos personales tomadas el 17 de agosto 2024

El lenguaje simbólico funerario se ha nutrido desde tiempos inmemoriales de los árboles, flores y plantas y la vegetación en general para expresar sentimientos y valores morales. El laurel se lo relaciona con la gloria, el trigo como comunión y el ciclo de la vida, muerte y resurrección siguiendo el proceso de sus granos. Las rosas se las relaciona con los afectos. Las frutas se las interpreta como símbolo de la esperanza de una nueva cosecha, es decir, con la resurrección. Los árboles en este lenguaje simbólico funerario ocupan un lugar muy importante. El ROBLE como aparece en la corona que engalana esta puerta, como árbol la comunicación entre esta realidad terrenal y la otra considerada trascendente. Como ramas y hojas es un reconocimiento de la fortaleza de la persona a la cual se le rinde homenaje. El mundo vegetal, que con su apariencia frágil, es portadora en esa debilidad de la promesa de un resurgir de las entrañas de la tierra y las tinieblas. Las semillas y los nuevos brotes hablan en el vocabulario funerario de esa convicción en que habrá un nuevo mañana. El haber colocado el ROBLE en su formato de corona, es decir, con aquel CÍRCULO que no tiene principio ni fin simboliza esa fortaleza eterna que unida a los LAZOS y CINTAS complementa en imagen aquello que quiere expresar la placa conmemorativa que dice: “AMISTAD. NOBLEZA. RECTITUD. BERNARDO LARRE. Q.E.P.D. Falleció el 26 de septiembre de 1940. Tu esposa e hijos que eternamente te recuerdan”. De este breve epitafio quiero rescatar la palabra DESCANSAR porque nos revela la mentalidad con la que se comprende la muerte y la palabra ETERNAMENTE que desde el comienzo de los tiempos y en muchos lugares es un tema de búsqueda y preocupación de la humanidad. Esta placa ha sido producida por el establecimiento de GOTTUZZO Y PIANA.