GERÓNIMO VIACABA. La pila bautismal y los monumentos funerarios unidos en la simbología cristiana
Fotos personales tomadas el 11 de mayo de 2025
Desde una perspectiva simbólica cristiana podemos fácilmente relacionar el baptisterio con el monumento funerario. Ambos se encuentran en los extremos de la existencia humana pero pueden comprender similar simbología. A lo largo de la historia en las comunidades cristianas ambos espacios ha gozado de una importancia extrema. El primero está rodeado de gestos litúrgicos y de elementos simbólicos que fortalecen la incorporación a la iglesia de un neófito. Considero interesante recordar que la palabra neófito en griego significa una nueva planta y con ella entramos en el mundo amplio y profundo del herbario cristiano. Ambos elementos, el baptisterio y el monumento funerario, en sus diversos aspectos nos llevan a reflexionar de lo que llamamos el nuevo nacimiento que se pueden aplicar, desde la perspectiva cristiana, a ambos momentos, incluyendo todos los elementos simbólicos. Los textos que se aplican para comprender el bautismo también se pueden utilizar para comprender la muerte. Considero que para ambos momentos de la vida podemos aplicar el texto tomado del Evangelio de Juan 3, 6, 11-15 que dice: “6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es…11 De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio. 12 Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? 13 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo. 14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, 15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. También podríamos aplicar textos tomados de los escritos del apóstol Pablo que dicen en la Carta que escribió a los cristianos que vivían en la Ciudad de Roma 6, 3-11: 3¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4Porque somos sepultados con Él en la muerte por el bautismo; para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. 5 Porque si fuimos plantados juntamente con Él en la semejanza de su muerte, también lo seremos en la semejanza de su resurrección; 6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Él, para que el cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 7Porque el que ha muerto, libre es del pecado. 8Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con Él; 9sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte ya no tiene dominio sobre Él. 10 Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez; pero en cuanto vive, para Dios vive. 11Así también vosotros consideraos en verdad muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro”. Estas afirmaciones tiene consecuencias visibles en lápidas, epitafios, arquitectura y simbología en los monumentos funerarios de este cementerio De la misma forma en que estos textos nos hablan que el bautismo es el nacimiento a una nueva vida, la muerte desde la perspectiva cristiana es el nacimiento a otra nueva vida. Los vitrales, puertas, altares, reclinatorios, cruces, escalones y cada elemento que forman parte del repertorio patrimonial de un cementerio intenta expresar este pensamiento. Es importante prestarle atención al OCTÓGONO ya que muchas pilas bautismales tienen ocho lados para simbolizar el nacimiento a la vida perfecta y varios monumentos funerarios en este cementerio también tienen ocho lados para simbolizar que la muerte conduce al nuevo nacimiento de otra vida perfecta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario