J.B. GIRALDES. La nueva historiografía funeraria: La Escuela de los Anales.
Fotos personales tomadas el 19 de junio de 2025
La renovación de la historiografía en general y su aplicación a las investigaciones y estudio del patrimonio funerario han hecho un aporte enorme en la forma de comprender ese registro histórico al integrar los aportes que están realizando otras disciplinas sociales como la sociología, la economía, la geografía y la psicología. El aporte realizado por la conocida Escuela de los Annales que desde 1929, encabezado por los historiadores Lucién Febvre y Mar Bloch ha permitido construir otra mirada sobre el patrimonio funerario mundial. Uno de los más importantes aportes de esta corriente historiográfica es la interdisciplinariedad. Esta característica ha permitido superar la forma de trabajar de la historiografía positivista centrada en los acontecimientos políticos y bélicos, dando especial relieve a las diversas biografías de los principales protagonistas, dejando en las sombras a los demás grupos participantes. Otro de los grandes aportes es el análisis de los procesos histórico en lo que se llama la historia de la larga duración, superando concentrar la mirada en acontecimientos aislados, puntuales o fragmentados. Philippe Ariès, en su conocida bibliografía es un exponente de esta forma de estudiar la evolución de las actitudes mentales que a lo largo de grandes períodos revela el patrimonio funerario. Tomando como objeto de estudio el Cementerio de la Recoleta, encontramos una unidad de tiempo de 200 años que comprende su fundación en 1822 hasta el presente en el cual la mentalidad social y comunitaria en la forma de expresar su relación con la muerte se ha transformado. Es evidente, aplicando esta metodología historiográfica, que el núcleo de la investigación es comprender las estructuras mentales que hay debajo de cada estilo arquitectónico o de cada placa conmemorativa funeraria. Ese patrimonio es la documentación tangible que permite acceder a una realidad intangible de inmensa riqueza y diversidad. Todo cementerio es un refleja de una realidad social, cultural, religiosa o política que pide un análisis integral, totalizador, relacionado con ese contexto. Se promueve una forma de hacer historia mucha más interpretativa de mentalidades en lugar de estar centrada en biografías y en batallas porque el nuevo aporte nos permite diversificar temas y énfasis.
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