RAÚL CASTRO VIDELA. Una mirada integral del patrimonio funerario.
Fotos personales tomadas del 19 de junio de 2025
El estudio y análisis del patrimonio funerario nos tiene que conducir a una comprensión integral, y relacionando permanentemente con el contexto social, con el objetivo de tener una historia que nace de un trabajo interdisciplinario. Es muy posible que la historia basada en relatos relacionado con puras biografías y fechas tenga limites que podemos denominar como un cierto reduccionismo político, demasiado centrada en acontecimientos aislados y alejados de los aspectos económicos o sociales. La historiografía general contemporánea ha problematizado ese método y se ha propuesto estudiar los procesos de larga duración en forma más completa. El patrimonio visible e invisible de todo cementerio nos propone nuevas problemáticas que necesitan una mirada más integradora. Tal como afirmaba uno de los líderes de la llamada Escuela de los Annales, que afirmaba que la historia sin problemas no es historia. Cada monumento funerario, independiente de su importancia o magnitud arquitectónica debe ser considerado como una fuente de información y ser estudiada escrupulosamente. La historia social es una herramienta que nos brinda la historiografía contemporánea para enriquecer la comprensión de este patrimonio. En esta tarea es importante tener la generosidad de incorporar a economistas, geólogos, antropólogos, lingüistas y toda disciplina académica que puede aportar en esta tarea para que sea realmente integral.
Si tenemos en mente estos principios podemos descubrir la forma en que cada monumento funerario nos interpela. En una de las placas conmemorativas podemos leer: "RAÚL CASTRO VIDELA. Q.E.+P.D. Falleció el 10 de diciembre 1934. Tu esposa". Cada uno de estos elementos e información se puede transformar en un capítulo de investigación: El hecho que sea "su esposa" quien dedica el mensaje nos permite pensar en la situación de la mujeres en la primera mitad del siglo XX. La figura femenina en una pose meditativa nos invita a pensar la mentalidad en ese momento sobre la vida y la muerte que indudablemente no es trágica sino evidentemente serena. En un ángulo izquierdo inferior una lámpara de la sabiduría y el conocimiento apoyada sobre libros nos abre la posibilidad de reflexionar ya sea sobre la educación o la política universitaria. Las palmas de laurel que se transforman en guirnaldas nos invitan a pensar en el mundo simbólico de aquel momento. La puerta de este monumento funerario con cardos armoniosamente colocados a ambos lados de ella como símbolo de resiliencia nos permiten pensar en cómo era la espiritualidad de ese tiempo. Como se puede inferir, con una mirada fundada en lo que se llama la historia socio cultural podemos leer el mensaje de este monumento funerario en una perspectiva diversa, múltiple e interdisciplinaria.
El estudio y análisis del patrimonio funerario nos tiene que conducir a una comprensión integral, y relacionando permanentemente con el contexto social, con el objetivo de tener una historia que nace de un trabajo interdisciplinario. Es muy posible que la historia basada en relatos relacionado con puras biografías y fechas tenga limites que podemos denominar como un cierto reduccionismo político, demasiado centrada en acontecimientos aislados y alejados de los aspectos económicos o sociales. La historiografía general contemporánea ha problematizado ese método y se ha propuesto estudiar los procesos de larga duración en forma más completa. El patrimonio visible e invisible de todo cementerio nos propone nuevas problemáticas que necesitan una mirada más integradora. Tal como afirmaba uno de los líderes de la llamada Escuela de los Annales, que afirmaba que la historia sin problemas no es historia. Cada monumento funerario, independiente de su importancia o magnitud arquitectónica debe ser considerado como una fuente de información y ser estudiada escrupulosamente. La historia social es una herramienta que nos brinda la historiografía contemporánea para enriquecer la comprensión de este patrimonio. En esta tarea es importante tener la generosidad de incorporar a economistas, geólogos, antropólogos, lingüistas y toda disciplina académica que puede aportar en esta tarea para que sea realmente integral.
Si tenemos en mente estos principios podemos descubrir la forma en que cada monumento funerario nos interpela. En una de las placas conmemorativas podemos leer: "RAÚL CASTRO VIDELA. Q.E.+P.D. Falleció el 10 de diciembre 1934. Tu esposa". Cada uno de estos elementos e información se puede transformar en un capítulo de investigación: El hecho que sea "su esposa" quien dedica el mensaje nos permite pensar en la situación de la mujeres en la primera mitad del siglo XX. La figura femenina en una pose meditativa nos invita a pensar la mentalidad en ese momento sobre la vida y la muerte que indudablemente no es trágica sino evidentemente serena. En un ángulo izquierdo inferior una lámpara de la sabiduría y el conocimiento apoyada sobre libros nos abre la posibilidad de reflexionar ya sea sobre la educación o la política universitaria. Las palmas de laurel que se transforman en guirnaldas nos invitan a pensar en el mundo simbólico de aquel momento. La puerta de este monumento funerario con cardos armoniosamente colocados a ambos lados de ella como símbolo de resiliencia nos permiten pensar en cómo era la espiritualidad de ese tiempo. Como se puede inferir, con una mirada fundada en lo que se llama la historia socio cultural podemos leer el mensaje de este monumento funerario en una perspectiva diversa, múltiple e interdisciplinaria.
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