PENSAR LA SIMBOLOGÍA DE LOS BUSTOS FUNERARIOS.

PENSAR LA SIMBOLOGÍA DE LOS BUSTOS FUNERARIOS.

Fotos personales tomadas el 11 de mayo de Antero Carrasco; 19 noviembre 2023; 16 julio 2022

Los bustos en la iconografía tienen una larga historia que puede ser muy útil como para captar el profundo significado que puede adquirir dentro del patrimonio funerario. En el antiguo Egipto vemos los primeros testimonios al igual que en la antigua Grecia pero su momento de esplendor fue durante el Imperio Romano. En el helenismo perduro la representación idealizada del difunto mientras que en Roma se le representó en forma mucho más realista. El objetivo era mantener viva la memoria de esa personalidad y por ello se los realizaba en materiales nobles que garantizar la perdurabilidad.

Los romanos tenían la costumbre de ubicar estos bustos de los antepasados en la entrada de la casa familiar donde se indicaba su nombre, parentesco, y jerarquía social. Se lo representaba tanto con ropas correspondientes a su dignidad o también con vestimentas de la vida cotidiana. Estos bustos a los que se les atribuían una simbología muy profunda que supera lo que hoy podemos comprender por memoria ya que eran una especie de testimonio de una presencia activa en la vida de la comunidad y de la familia. Es por ello que se los mostraba en los días importantes de esa familia o de la ciudad y muchas veces se los hacía participar en la vida social llevándoles con mucha pompa en procesión, en especial en los funerales. Estos bustos se los consideraba como la sede del alma de los antepasados difuntos y de allí su fuerte simbolismo.

Es muy posible que su primer origen de los bustos sea la costumbre romana de realizar y venerar las máscaras mortuorias de los antepasados. Es propio de este período la búsqueda de un gran realismo que permitiera su fácil identificación y que reflejara los aspectos psicológicos de su personalidad. También podemos considerar los bustos funerarios etruscos como sus antecedentes. Estos bustos se los denominaba como ‘imagines maiorum” es decir imágenes de los antepasados.

Es muy significativa la comprensión del simbolismo de los bustos que nos permite comprender la negativa de los primeros cristianos a rendir homenaje y tributo a los bustos de los emperadores porque no lo consideraban como una simple imagen decorativa sino que se las vivía como si fuera la misma presencia física o del alma del gobernante. Esta actitud mental y esa negativo a postrarse ante ellos o quemar incienso en público llevo a muchos cristianos de ese tiempo al martirio.

En la Edad Media esta costumbre continuo en lo que se denominó relicarios que eran bustos de santos que contenían en su interior justamente reliquias de esa persona.