LAS COLUMNAS QUE SOTIENEN, ILUMINA, GUÍAN Y PROTEGEN.
Fotos personales Pombo: 27 de agosto 2025 y Mariano Unzué 19 junio 2025.
Para el lenguaje simbólico funerario cada parte de un monumento funerario, independiente de su estilo, tiene un significado. Las columnas, además de tener una función práctica de ser el soporte de una estructura que es garantía de apoyo y solidez, también tienen un significado social y religioso. Los atributos que tienen las columnas la aproximan a ser consideradas como el árbol de la vida si recordamos que las primeras de ellas fueron troncos de árboles o palmeras y de allí, al pasar a la piedra, tomaron sus modelos. La base de las columnas son las raíces, el fuste es el tronco y los capiteles el follaje. No podemos olvidar que por su verticalidad muchas veces se las asoció con el eje del mundo alrededor del cual se organiza y vence al caos del cual nace toda la creación. Es un elemento organizador que armoniza la pluralidad.
Muy fácilmente el cristianismo relacionó el número de cuatro columnas con la simbología tanto de los cuatro grandes profetas del Antiguo Testamento como los cuatro evangelistas del Nuevo que con su mensaje protegen y sostienen toda la creación. Es muy posible que la iglesia frente a las columnas podía pensar en el texto del Libro del Éxodo que recuerda que: 21 Y el Señor iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. 22 Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego”. (Éxodo 13, 21-22). Por analogía podemos considerar a las columnas tanto como función de marcar el camino a seguir, la iluminación y la presencia de la divinidad.
En la arquitectura tanto griega o romana clásica su aplicación no se limita a lo estrictamente práctico ya que se construyeron columnas para celebrar hechos triunfales realizados por distintas personalidades políticas o militares. En esas columnas era frecuente que se narraran esos hechos.
En el pensamiento religioso funerario es muy frecuente y fácil verlas como herramientas que ponían en relación el espacio terrenal con el celestial. También pueden asumir el significado de marcar límites para advertir que más allá de esas columnas ya no se contaría con la protección divina o que era una frontera donde se pasaba de una realidad a otra. En el relato de la Pasión de Cristo una columna en la cual se le azota ante de su crucifixión, puede simbolizar ese centro cósmico o eje del mundo. Es posible considerar que en la arquitectura funeraria estas columnas puedan indicar que esa tumba se encuentra en el centro cósmico por y en el cual se unen nuevamente la vida y la muerte, el cielo y la tierra. Es por ello que tanto las columnas como las diversas cruces se las puede considerar como el camino que une esos espacios, como que son el punto de contacto y comunión.
En la liturgia cristiana de la vigilia pascual se evoca las columnas de fuego que marcaban tanto presencia como camino a seguir. Nuevamente el libro del Apocalipsis viene en nuestra ayuda para su interpretación: “11 He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. 13 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Ap.3, 11-13). Es interesante retener esta imagen del proceso de antropomorfismo con el cual se consideran a las columnas. Aquellos que en su vida han sabido poner en práctica el bien se convertirán en las comunas que en el espacio celestial serán quienes le dan estabilidad al templo de la Jerusalén celestial. Esta interpretación es muy positiva para la simbología funeraria. [1]
[1] Chevalier, Jean y Gheerbrant, Alain: “Diccionario de los Símbolos” Editorial Herder. España. 2015. Ver columna.


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