MARIO MERELLO. Noble espíritu. Médico abnegado.
Foto personal tomada el 11 de mayo de 2025.
Las placas conmemorativas funerarias forman parte de los elementos destinados a hacer visible la memoria. Son algo más que un objeto para formar parte de un complejo y rico patrimonio que en su conjunto quieren ser memoria, homenaje, testimonio de una existencia, de amistad o lazos familiares. El material utilizado, en este caso el mármol, tiene como destino hacer que ese recuerdo dure en el tiempo enfatizando la voluntad de vencer el tiempo y al olvido. De hecho, cada uno de los elementos que componen el patrimonio funerario tiene principalmente intentar vencer al olvido y hacer de la memoria un ejercicio duradero. En esta placa conmemorativa de mármol podemos leer: “Al Doctor MARIO MERELLO. Noble espíritu. Médico abnegado. Sus amigos. XXIII-III-1888 – XI-I-1952”. Si aceptamos algunas formas de clasificar los sentimientos sobre la muerte en este caso estamos nuevamente en aquello que se ha denominado “la muerte del otro” que coloca en segundo plano el pensar la propia muerte, tema tabú en nuestra sociedad actual. Supongo que la figura femenina que vemos a la izquierda de la placa es la alegoría de la amistad. El mármol utilizado en esta placa intenta unir la naturaleza de esta piedra con la voluntad que esta memoria del amigo se prolongue en el tiempo. También es importante considerar el carácter educativo de las placas funerarias en su objetivo de rescatar del olvido vidas ejemplares o valores existenciales que se interesa promover y construir ejemplos civiles. El hecho de escribir las fechas de nacimiento como la de fallecimiento en números romanos es evidente una forma de darle una mayor dignidad a este dato biográfico y colocarle en un plano de mayor densidad significativa.
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