miércoles, 25 de junio de 2025

BERISSO, VIGNALE, SOLARI. El mensaje de un friso funerario: urna sudario, antorcha, corona, clepsidra.

BERISSO, VIGNALE, SOLARI. El mensaje de un friso funerario: urna sudario, antorcha, corona, clepsidra.

Fotos personales tomadas el 6 de mayo de 2019
Simbología en el friso. A semejanza de la entrada al cementerio encontramos casi la misma simbología en la ornamentación de este edificio.
URNA Y SUDARIO. En general y personalmente considero que la urna funeraria que contiene las cenizas de un ser querido u homenajeado, al cubrirlo con el sudario de la resurrección se pone de manifiesto la afirmación que la vida no ha terminado en esa urna. –es esta una simbología recurrente. El manto o sudario pone en tensión ambós símbolos pero en síntesis podemos decir que representa el victoria de la esperanza en otra vida sobre el símbolo de la muerte.
ANTORCHAS. La serie de antorchas, tanto en su posición vertical como invertida es parte del rico lenguaje funerario sobre la luz, la iluminación en todas sus formas como expresión justamente de la luz de la vida. La llama encendido en ambos casos es una confirmación que la luz de la vida continúa iluminando las tinieblas del dolor. Las antorchas como símbolo de iluminación la podemos también relacionar con la verdad, la vida y la inmortalidad. En general al dios Tánatos de la mitología griega se lo suele representar con una antorcha invertida apagada o que ese dios intenta apagar. En este caso específico esa antorcha es símbolo de la vida que se extingue y la misma muerte. La simbología cristiana le agrega a ese antorcha invertida apagado la llama de la vida que no se extingue.
CORONAS. Las coronas tanto de flores como de laurel y roble por su formato circular nos remiten a pensar en la eternidad y forman parte de la reflexión sobre el tiemp, en aquello que no tienen ni principio ni final. Las flores a esas coronas le agregan el concepto de la caducidad de la belleza. Esta figura geométrica circular si bien nos remite a la sucesión sin final de la realidad también por tener un núcleo central simboliza la unidad en Cristo que unidad a una cruz nos puede pensar en su persona esta vida y la del más allá encuentra su expresión visible. Las coronas políticas, al ser colocadas sobre la cabeza de reyes y otras personalidades sugieren el carácter sagrado de esas personas en tu totalidad. Se asume que esa parte, la cabeza, simboliza la totalidad de la persona concediéndole un origen casi divino a su prestigio y poder.
CALAVERA Y LIBRO. Las calaveras en la espiritualidad cristiana tienen la función de recordarnos la fragilidad de la los bienes materiales, de la belleza juvenil y de la vida misma. Es un “memento mori” constante y persistente en el lenguaje funerario. Es una advertencia con relación a la soberbia y el orgullo y la necesidad de no aferrarnos a nada material y pasajero y es un llamado a la humildad frente a la brevedad de la existencia. El libro es una evocación de un texto del Apocalipsis donde se nos recuerda que cada acontecimiento y hecho de nuestra vida figura en el llamado Libro de la Vida que tendrá un gran protagonismo en el momento de hacer una evaluación de la existencia de cada uno.
CLEPSIDRA. La clepsidra alada es uno de los símbolos más recurrente en el patrimonio funerario. Es un recordatorio persistente del “tempus fugit”, de ese tiempo que pasa muy rápidamente y se escapa a nuestro control. Es el tiempo que nos invita a pensar en la caducidad de toda existencia que siempre será breve y transitoria, criterios que en este mundo actual han sido exiliadas del pensamiento social.
RECURSO BIBLIOGRÁFICO.
BERISSO, EMILIO (1878 – 1922)
Al ingresar a la segunda calle a la izquierda del camino central, está la bóveda. El constructor fue Juan B. Solar. Dos leones domados flanquean la entrada. Desde la antigüedad el león simboliza el valor. Además a ambos lados, hay dos esculturas o alegorías firmadas por Biggi.
La que vemos a la izquierda, un anciano con barba y alas, en la base tiene un reloj. Representa la muerte con la guadaña. A la derecha, hay un ángel apoyado en un ancla, símbolo de salvación y esperanza.
La bóveda es circular, formando el contorno superior arcos de medio punto y abajo barandas de balustre. El altar de madera dorada a la hoja, en cuyo frente se halla un cordero con banderín negro como símbolo de la Resurrección.
Emilio Berisso nació el 18 de enero de 1878. Su padre Juan Berisso, de origen italiano, fue el fundador del pueblo homónimo próximo a la ciudad de La Plata, Pcia de Buenos Aires.
Berisso publicó a los 15 años su primera poesía “El Payador”. Fue alumno distinguido en el Colegio del Salvador. Se casa con Zulema Castilla. Lector infatigable, usó el seudónimo de “Azrael” en sus escritos. Dominaba varios idiomas. Estrenó en el teatro Apolo de Buenos Aires “La amarra Invisible”
Formó parte del grupo que rodeó a Ruben Darío. Fue un gran dramaturgo.
Falleció el 3 de octubre de 1922.
En el frente de su bóveda se lee la siguiente inscripción “Juan Berisso y Vignale y Solari”.-

lunes, 23 de junio de 2025

JUAN ENRICO. Las aves en el lenguaje simbólico funerario.

JUAN ENRICO. Las aves en el lenguaje simbólico funerario.

Fotos personales tomadas el 19 de junio de 2025
Las aves en su diversidad ocupan el la simbología funeraria un lugar muy importante, frecuentemente se las relaciona con la representación del alma humana. En el Evangelio de Mateo 6,26 donde se describe a los pájaros como un ejemplo de la acción misericordiosa de Dios al decir: “Miren las aves del cielo, que no siembran ni siegan ni recogen en graneros; y su Padre celestial las alimenta. ¿No son ustedes de mucho más valor que ellas?”. Es muy posible que una parte de la simbología de las aves tenga en mente este texto.
Las aves y los pájaros en general se las relaciona con lo celestial, con los pensamientos y la imaginación de ideas superiores ya que dirigen nuestra mirada hacia lo alto por ser seres relacionados con el aire. Por supuesto que las aves de rapiña se las relaciona con la maldad y los sentimientos negativos o las almas de los condenados.
Algunas aves representan la sencillez como las palomas pero otras como la perdiz con la astucia o el águila que simboliza lo celestial y los pensamientos más elevados. Las palomas ocupan un lugar importante en la simbología cristiana y funeraria. Se la considera en muchas culturas como la representación de las almas después de la muerte. Participa seguramente del simbolismo de todas las aves en su sentido de elevación celestial. Asimismo se la asocia con el Espiritu Santo de acuerdo a los relatos del bautismo de Jesucristo:”13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. 14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? 15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. 16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
La simbología de las aves y en especial de los pájaros tiene una intensa presencia en la simbología funeraria. En otro texto del Evangelio también se habla de ellas: “31 Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; 32 el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas” (Mateo 13, 31-32). Sin profundizar mucho en esta parábola, las ‘aves del cielo’ se las ha relacionado tanto con las almas de los difuntos como con los mismos ángeles. Asimismo los árboles se los interpreta como siendo el ‘axis mundi’, ese eje alrededor del cual se organiza en forma armónica tanto el cielo como la tierra.
El hecho que veamos a estos pájaros posados sobre una cruz florida podemos pensar en toda la riqueza que se puede relacionar con esta escena donde la cruz reemplaza al árbol de la parábola y es ella la que se transforma en el eje del mundo sobre el cual se colocan las almas de los difuntos o que son los ángeles que celebran el mensaje de la cruz.
Siempre es importante que se consulten los diversos diccionarios de fácil acceso como el de Juan Eduardo Cirlot: “Diccionario de Símbolos”. Editorial Labor. Barcelona 1992; Jean Chevalier y Alain Gheerbrant: “Diccionario de los Símbolos” Editorial Herder. España. 2015 y el de Hans Biederman “Diccionario de Símbolos” Paidos. Barcelona 1993.




sábado, 21 de junio de 2025

ENRIQUE EMILIO ADER. Las palmas nos llevan a un rito de iniciación.

ENRIQUE EMILIO ADER. Las palmas nos llevan a un rito de iniciación.

Fotos personales tomadas el 19 de junio de 2025
Es muy posible que las PALMAS sea uno de los elementos que más frecuentemente vemos en el lenguaje simbólico funerario. Tienen una largo historia en las distintas culturas que la han utilizado a lo largo del tiempo y épocas para expresar triunfo y victoria. Es muy interesante que justamente a partir de ese mensaje se le aplique en la simbología funeraria para exar que la vida ha de triunfar y vencer a la muerte.
Apuleyo en su novela “Metamorfosis o Asno de Oro”, en el libro XI párrafo 10 nos introduce en la liturgia de los ritos de iniciación de ciertos grupos religiosos en la antigüedad clásica. Allí relata: “Los pontífices sagrados, como grandes personajes, iban enfundados en blancos lienzos que les ceñían el pecho y les caían sin vuelo ninguno hasta los pies; llevaban los símbolos augustos de los dioses todopoderosos. El primero sostenía una lámpara de gran luminosidad, pero que no recordaba en nada las que iluminan nuestras comidas vespertinas: era una naveta de oro, que en el centro de su cubierta echaba una abundante llama. El segundo, de igual indumentaria, sostenía con ambas manos un altar, es decir, un altar «del Amparo», pues debe su nombre específico a la auxiliadora providencia de la diosa soberana. El tercero llevaba una palma de oro artísticamente forjada y además el caduceo de Mercurio. El cuarto exhibía el símbolo de la justicia, esto es, la palma de la mano izquierda completamente abierta”.
En esta breve cita de un libro que es una fuente valiosa para reconstruir la vida cotidiana y religiosa del mundo clásica vemos el uso sagrado de las PALMAS y también el empleo simbólico de las manos abierta para representar la justicia. Igualmente en el mismo libro de esa obra de Apuleyo nos describe parte de esa ceremonia donde una palma aparece descrita como una aureola y relacionada con el mismo sol: “Esa prenda es la que, en el lenguaje de los iniciados, se llama “estola olímpica». En la mano derecha llevaba encendida una gran antorcha; una hermosa corona de palmera ceñía mis sienes, y sus hojas doradas sobresalían alrededor de mi cabeza como una aureola radial. Revestido así con los atributos del sol, me colocan como si fuera una estatua; de pronto, se retiran unas cortinas y empieza el desfile del pueblo para contemplarme. Después de esta ceremonia celebré mi feliz nacimiento a la vida religiosa con exquisitos manjares en alegre banquete. El tercer día se repitió la misma ceremonia, así como el des- ayuno ritual: con ello se completaron las formalidades de la iniciación”.
Las PALMAS han sido utilizadas y aún lo siguen siendo en el lenguaje tanto litúrgico de ceremonias paganas de iniciación como dentro del mundo simbólico cristiano. Es muy posible que podamos relacionar las palmas con la narración de la entrada de Jesús en Jerusalén, donde fue justamente aclamado con palmas tal como aparece en el Evangelio de Juan (12, 12-19). En el transcurso de los siglos la icongrafía cristiana consideró a las palmas como uno de los atributos que distingue a las y los mártires como un signo de su triunfo al dar su vida por la fe. 




MANUEL LÓPEZ SECO. Los animales en la simbología funeraria.

MANUEL LÓPEZ SECO. Los animales en la simbología funeraria. Fotos personales tomadas el 19 de junio de 2025. Como podemos observar en el tím...