SEPULCRO DE Dr. JOSE RAMÓN BURZACO y de su esposa Da. JOSEFA RAIMUNDA PUENTES. ¿Cómo llegó la historia hasta el patrimonio funerario?
Fotos personales tomadas el 19 de junio de 2025.
Detrás de cada aporte que intenta ubicar el patrimonio funerario dentro de la investigación histórica existe un largo proceso en la construcción de una metodología de investigación e interpretación metodológica que intentaré resumir. Ese largo proceso que muestra como evolución el proceso de estudiar el pasado que comenzó como una crónica de viajes o de memorias de hechos casi contemporáneos y muchas veces como un relato moralizante para llegar a ser a lo largo del tiempo una disciplina científica como comenzó a ser considerada con los aportes de los siglos XXVIII y XIX. Es interesante considerar como se pasó de una historia fundamentada en tradiciones orales o en documentos leídos sin ninguna actitud crítica. De esa mirada casi sagrada sobre fuentes consideradas como autoridad de la memoria para pasar a una mirada mucho más científica intentando conocer la causalidad y la interpretación y comprensión de la evolución social que esas fuentes históricas brindaban significó un proceso lento y largo.
En el siglo XVIII se produce una revolución interpretativa de la historia. La crónicas medievales escritas por monjes que relataban los acontecimientos que ocurría alrededor de sus monasterios, la vida de los santos que habían nutrida el relato moralizante que fueron utilizadas sin la más mínima actitud crítica fueron desafiadas por las corrientes filosóficas de la Ilustración. Este movimiento del pensamiento europeo se apartó del estudio del pasado promoviendo una mirada menos apologética y más racional y secular. Muchos de estos intelectuales, sin ser verdaderamente historiadores profesionales aportaron una actitud crítica sobre el pasado buscando encontrar explicaciones racionales que pudieran superar las sobrenaturales. Comenzó una etapa fundamentada en la investigación y metodología racional.
Acompañando el desarrollo de las ciencias naturales la historia también busco encontrar leyes que permitieran una interpretación del pasado más riguroso que pudiera superar el mero relato literario. Si bien aún se mantuvo como fuente de información los hechos políticos y las biografías de grandes personalidades comenzaron a vislumbrar la necesidad de explicar las transformaciones económicas, técnicas y las estructuras sociales que explicaban los cambios en las mentalidades colectivas.
El fortalecimiento de los estados y las nacionalidades impuso la necesidad de explicar el origen y el camino recorrido de esas nuevas identidades. El movimiento filosófico positivista fortaleció esa consideración de la historia como una disciplina académica que tenía como objetivo presentar un relato objetivo y científico. Es indudable que este proceso también es parte del pasado que intenta comprender el patrimonio funerario como objeto de estudio y herramienta interpretativa de un pasado que ayuda a comprender y actuar en el presente. Es por ello que recomiendo para ampliar este aporte consultar el libro de George Lefebvre titulado “El nacimiento de la Historiografía Moderna” de Ediciones Martinez Roca. México. 1975
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