domingo, 7 de septiembre de 2025

HERLITZKA. La arquitectura neo bizantina funeraria.

HERLITZKA. La arquitectura neo bizantina funeraria.

Fotos personales tomadas el 2 de abril de 2022 y 27 de agosto de 2025
Una propuesta para estudiar el patrimonio funerario.
Aunque el título de este aporte puede parecer un tanto pretencioso espero no ser tedioso o aburrido y que puedan pensar en algunas de estas posibilidades de trabajo intelectual. En primer lugar tenemos que encontrar algunas claves que nos permitan organizar el material que todo cementerio aporta y comprender que por patrimonio funerario no nos podemos limitar a las fronteras de los cementerios porque toda ciudad es depositaria de un patrimonio funerario que invade iglesias, plazas públicas o pequeños espacios privados. Esas claves interpretativas nos llevan a considerar a cada cementerio como una unidad de tiempo y espacio. Si bien para llegar a una síntesis tenemos que trabajar previamente en pequeñas monografías dedicadas a un monumento funerario específico o escoger un tema transversal a varios, el encuadre constante de esos trabajas tiene que ser esa unidad de tiempo y espacio.
Cada cementerio tiene una identidad que le es propia y es un espejo no solo de la arquitectura de la ciudad y distrito en el cual está ubicado, sino que constantemente nos remite a la historia social, política, económica o religiosas de su entorno. Sus placas conmemorativas, como documentos escritos en bronce, nos revelan ese mundo que aún hoy vive en las estructuras de la ciudad que está más allá de sus muros perimetrales. Este patrimonio nos permite evocar y conocer a los ancestros y precursores de una organización social que tiene seguramente una continuidad en la realidad cotidiana del día de hoy. Estos párrafos pretenden tener un carácter propedéutico, es decir, de preparar mental y emocionalmente a analizar el patrimonio en busca de las voces del pasado que intentan dialogar creativamente con el presente y ayudarnos a construir un futuro mejor. Indudablemente esta es una tarea compleja que poco tiene que ver con una visita turística.
Seguramente en esta tarea tendremos que pasar una etapa epistemológica, es decir, proponer una teoría del conocimiento que podemos construir a partir del patrimonio funerario, sus cronologías, sus espacios tanto geográficos como mentales como para poder proponer conceptos sobre el origen, desarrollo y sentido. Una gran tarea es ordenar las cronologías históricas que nos propone el caos de monumentos funerarios tan diversos en cada uno de los elementos que los componen. Ese caos aparente necesita una mirada que los una, los relaciones y los ponga en diálogo con los otros estilos arquitectónico o estético que se contraponen, matizan o le dan continuación.
El problema de la metodología a utilizar es otro de los momentos a considerar en esta tarea. Todos y cada uno de los elementos que componen el patrimonio funerario tangible tiene que ser considerado como una fuente historiográfica en un sentido muy amplio porque cada uno de ellos nos revela un aspecto del pasado con el cual queremos entrar en contacto. Esta tarea de estudio e investigación es la de complejizar las respuestas que cada aspectos de este patrimonio sugiere y no quedarnos con las respuestas fáciles. 






viernes, 5 de septiembre de 2025

SEBASTIÁN ALEGRE. Entre el tiempo circular y el tiempo lineal.

 

SEBASTIÁN ALEGRE. Entre el tiempo circular y el tiempo lineal.

Fotos personales tomadas el 27 de agosto 2025

El tema del tiempo es transversal a todo el patrimonio funerario ya que aparece bajo diversas formas, tanto en la simbología como en las obras de arte y la arquitectura misma. La percepción del tiempo fluctúa en el transcurso de la historia y esta sujeta a la evolución técnica que modifica la forma en que medimos ese tiempo y la forma en que lo utilizamos. Justamente esa simbología es un testimonio de la forma en que la concepción y comprensión del transcurso de los días y las horas no es universal sino que está relacionado estrechamente con los conceptos tanto religiosos y culturales que constituyen las actitudes mentales de cada época.

Las clepsidras, el dios Cronos que vemos acompañado por un reloj de arena, las trompetas en manos de los ángeles, el Alfa y el Omega son claros testimonios de su presencia en patrimonio tangible que siempre nos conduce al plano de aquello que llamamos el patrimonio intangible. En estos espacios encontramos claramente las dos concepciones del tiempo que a lo largo de los ciclos la humanidad ha desarrollado: el tiempo cíclico y el tiempo lineal.

Es típico de una mentalidad próxima a la agricultura que el tiempo cíclico de las estaciones del año o de los ciclos lunares y del día y la noche, influyen en la concepción de los años y los siglos en un momento del desarrolla mental de la humanidad. El o los círculos que vemos simbolizada en las múltiples clases de coronas o de esa serpiente que muerde su cola y que llamamos uróboro, son claros representante de ese tiempo que no tiene ni principio ni final y que se renueva y repite en forma infinita. El tema del tiempo cambio en el pensamiento judeo cristiano donde se percibe un tiempo lineal que tiene un principio en la lejana creación y que en su desarrollo se orienta hacia un momento final.

El Alfa y el Omega en el lenguaje simbólico funerario son claros representantes de esta forma de considerar ese tiempo lineal, con principio y final. La forma de medir el tiempo con los inventos técnicos que nos independizan del sol y la luna, de los días y las noches son característicos de una forma nueva de considerar el tiempo que se transforma en un bien útil y que podemos vender e invertir. El tiempo pasa a ser una medida de valor de los elementos materiales.

Pero no todo cambia tan rápida o radicalmente. La liturgia cristiana y de otras religiones coloca sobre el tiempo lineal el tiempo cíclico ya que sus principales celebraciones vuelven una y otra vez montadas en el tiempo lineal. Todos los años y en forma cíclica se celebra la Pascua de Resurrección siguiendo un calendario lunar. Todas estas observaciones nos permiten profundizar el mundo simbólico funerario. [1]

[1] Whitrow, G. J. El Tiempo en la Historia: La Evolución de la Conciencia del Tiempo [1990]. Editorial Crítica. España






lunes, 1 de septiembre de 2025

CLARA DOLORES DEL CORAZÓN DE JESUS FUNES. Primera dama

PRIMERAS DAMAS ARGENTINAS.

CLARA DOLORES DEL CORAZÓN DE JESÚS FUNES Y DIAZ.
Fotos personales tomadas 12 de julio 2024
Es una tarea permanente el recuperar la memoria de estas mujeres que asumieron la responsabilidad de ser primeras damas en diversas y complejas situaciones. Su dignidad y tarea merecen ser recordadas a pesar que muchas veces encontramos sus datos de vida dispersos y escaso. Cuando pasamos delante de los monumentos funerarios donde se indica que allí yace la memoria de sus maridos es importante y necesario recordar que también su memoria se encuentran en ese mismo lugar. En este momento volvemos sobres la personalidad de CLARA FUNES DE ROCA que al nacer había sido bautizada Clara Dolores del Corazón de Jesús Funes y Díaz, nació en la ciudad de Córdoba el 29 de marzo de 1849 (algunas fuentes indican la fecha de 1840) y falleció en la ciudad de Buenos Aires el 2 de mayo de 1890 a la edad de 50 años. Hija de Tomás Funes y Eloísa María de las Mercedes Días. Fue primera dama argentina esposa de Julio Argentino Roca con quien se casó el 22 de agosto de 1872, y a la vez cuñada de Miguel Júarez Celman. De su matrimonio con el Gral. Roca nacieron siete hijos. Estos son los pocos datos directos que he encontrado sobre esta persona.
RECURSO BIBLIOGRAFÍCO
A los 29 años y después de tres años de noviazgo el Comandante General de Villa Nueva, Julio Argentino Roca, contrae matrimonio en la Catedral de Córdoba el 21 de agosto de 1872 con doña CLARA DOLORES DEL CORAZÓN DE JESÚS FUNES Y DÍAZ , tal es su nombre completo. Era nacida el 29 de marzo de 1849 en Córdoba. Fueron testigos los padres de la novia.
Clara era la cuarta hija de los siete nacidos del matrimonio formado por don Tomás Funes y doña Eloísa María de las Mercedes Díaz . Fueron sus hermanos Tomás, Javier, Félix, Augusto, Elisa y Eloisa.
Don Diego Funes, tronco de esta familia, fue uno de los primeros pobladores de Córdoba del Tucumán, en el que ocupó cargos concejiles. Falleció trágicamente en 1596 en mano de los indios de su encomienda de Mogisgasta, la que había sido concedida en premio a sus servicios. De él descendía el padre de Clara. Tomás Funes contrajo marimonio en la Catedral de Córdoba con doña Eloisa Díaz el 28 de noviembre de 1840 y era dueño de la estancia "La isla", en Punta de Agua y también la estancia "La Paz" en Córdoba, establecimiento que era parte de la merced jesuítica de Santa Catalina.
La familia de Clara tenía linaje, riqueza y poder político, su abuelo el coronel José Javier Díaz, caudillo federal, fue dos veces gobernador intendente de Córdoba y signatario de las actas de Mayo
En Villa Nueva, sede del comando de Roca, es donde nace el primogénito Julio Argentino Pascual el 17 de mayo de 1873. En Río Cuarto nacieron Elisa Clara y María Marcela. A partir de allí Clara acompañó a su marido en las distintas alternativas militares y políticas.
Era una mujer inteligente y de exquisita sensibilidad política. Discreta, modesta y de una bondad poco común. Al ser nombrado Roca ministro de guerra, por el presidente Avellaneda, la familia se trasladó a Buenos Aires, nacen allí sus hijas Clara del Corazón de Jesús el 7 de febrero de 1879, Agustina Eloisa el 20 de junio de 1881 y Elena Josefina el 14 de abril de 1883.
Primera dama a los 31 años, Clara acompañó a su marido cuando las exigencias del protocolo así lo exigían en las ceremonia oficiales. Como primera dama puso de manifiesto sus sentimientos piadosos y humanitarios. Participa en sociedades benéficas y como auxiliar de obras de caridad. Cumplido el primer mandato presidencial Clara y sus hijas pasan una temporada en "La Paz".
Al término del primer mandato Julio A. Roca viajó a Europa con su hijo Julito de catorce años. Visitaron las principales ciudades europeas en donde fue agasajado por las autoridades y se reencontró con familias argentinas que allí residían. A su regreso, Clara y las niñas lo esperaban en Buenos Aires.
En 1890, Clara Funes de Roca comenzó a sufrir fuertes dolores de cabeza. La causa un tumor cerebral. Los mejores médicos de la época nada pudieron hacer para aliviar sus dolores, finalmente decidieron intervenirla quirúrgicamente. El estado de postración tan delicado en que quedó luego de la operación hizo que quedaran pocas esperanzas de su restablecimiento. Rodeada por su madre, su marido, los familiares más cercanos y los médicos que la atendían falleció el 2 de mayo de 1890 en Buenos Aires, a los 41 años en el domicilio familiar de la calle San Martín 577. Los diarios de la época le dedicaros elogiosas notas.
Fue para Roca un duro golpe. Pocos días después de su muerte le escribe una carta a su hermano Alejandro en la que refleja su desolación, elogia las virtudes de Clara, "la mejor esposa y madre" y reconoce que parte de su poder político se lo debía a su esposa, quien con sus virtudes facilitó la aceptación de la sociedad porteña a la figura de Roca.

Investigación: Gabriel Chirico

HERLITZKA. La arquitectura neo bizantina funeraria.

HERLITZKA. La arquitectura neo bizantina funeraria. Fotos personales tomadas el 2 de abril de 2022 y 27 de agosto de 2025 Una propuesta para...