lunes, 11 de agosto de 2025

SANTO TOMÁS APOSTOL con escuadra y compás.

SANTO TOMÁS APOSTOL con escuadra y compás.

Durante cierto tiempo he considerado la escuadra y el compás como símbolos propios de la masonería. Más tarde este criterio fue modificándose ya que encontré algunas imágenes de santo Tomás apóstol llevando en sus manos una escuadra y ahora puedo afirmar que tanto la escuadra y otros elementos relacionados con la arquitectura y los trabajos de albañilería han sido y son los atributos de este apóstol que durante la Edad Media era el santo patrono justamente de los canteros que construyeron las grandes catedrales y organizaron los primeros gremios que establecían tanto al interior las formas jerárquicas entre maestros y aprendices y frente al poder de quienes contrataban sus trabajos las formas de defender sus derechos. Aquí comparto una estatua de santo Tomás apósto, realizada por el escultor italiano Ipoolito Scalza en el año de 1587 y que se encuentr4a en la Catedral de Orvieto en Italia, muy cerca de Roma. Allí vemos justamente a este santo protector4 con una escuadra, un compás y un metro en su mano izquierda y un cuadrante astronómico a sus pies. Si bien el evangelio dice que este apóstol era primeramente un pescador al igual que la mayoría de los otros doce primeros discípulos, una leyenda posteríor que lo ubica como difusor del cristianismo en la India, le atribuye la condición de arquitecto. Existe un relato muy interesante por la forma en que ya en los primeros siglos se realizaba lo que hoy se conoce como la crítica bíblica y la forma en que los textos que la iglesia consideró un tanto fantasiosos en sus detalles de la vida tanto de Jesucristo como de sus discípulos, al grado de considerarlos escritos apócrifos. Quienes tengan interés en leer esas leyendas pueden consultar el libro escrito por Santiago de la Vorágine titulada “La Leyenda Dorada” de la cual hay una traducción al castellano publicada por Alianza Editorial S.A. Con toda seguridad la masonería tomó estos elementos de la iconografía cristiana y les aplicó un matiz un tanto diferente. 







sábado, 9 de agosto de 2025

OVIDIO. El mito que explica el origen de una flor funeraria: EL JACINTO.

OVIDIO. El mito que explica el origen de una flor funeraria: EL JACINTO.

Fotos personales tomadas el 29 de marzo, 11 de mayo y 19 de junio 2025.
En estos versos del libro de las Metamorfosis de Ovidio podemos encontrar muchos más detalles sobre la vida cotidiana de los griegos y de los romanos en época clásica. Encontramos detalles de juegos, relaciones afectivas, medicamentos, y por supuesto muchos detalles sobre plantas y flores que formaban parte del herbario de aquellos tiempos. Aparentemente la flor llamada jacinto en este relato no es la misma que nosotros denominamos con el mismo nombre ya que esta última fue introducida en occidente muchos siglos después por los turcos. Comparto este breve texto con el objetivo de hacer conocer los mitos y leyendas que existen detrás del herbario funerario. Asimismo comparto una serie de fotos donde presumo que en alguna de ellas posiblemente haya un narciso actual. A esta flor al igual que a muchas otras se la relaciona con el herbario funerario por su capacidad de regresar cada año de lo profundo de la tierra como un símbolo de eternidad y resurrección. 
RECURSO BIBLIOGRÁFICO.
Jacinto A ti también, Amiclida, te habría establecido Febo en el cielo, si tus tristes hados le hubiesen dado tiempo para establecerte. Sin embargo, en la medida de lo posible, eres eterno; y cuantas veces la primavera expulsa al invierno y íes el Camero sucede al acuoso Pez, otras tantas veces tú renaces y floreces en la verde hierba. A ti, por encima de todos, te amó mi padre, y Delfos, situada en el centro del mundo, careció de protector, mientras el dios frecuenta el Eurotas y la ciudad sin muros, Esparta. Ni la cítara ni las flechas ocupan el lugar de honor; olvidado de sí mismo, no se niega a llevar las redes, ni a sujetar los perros, ni a ir como acompañante por las cimas de un escarpado monte, y alimenta su llama con el trato prolongado. Ya casi estaba el Titán a la mitad del camino entre la noche pasada y la siguiente y distaba igual trecho de una y de otra; aligeran el cuerpo de vestidos y relucen con el jugo del Oleoso olivo, e inician la competición del ancho disco. Febo, tras balancearlo, fue el primero en lanzarlo al aire y rasgó con su peso nubes que encontró a su paso; transcurrido largo espacio de tiempo, el peso cayó de nuevo en tierra firme y puso al descubierto su habilidad y su fuerza. Sin perder un momento, el tenárida, llevado imprudentemente por las ansias de jugar, se apresuraba a recogerlo, pero, el disco, tras rebotar con todo su peso en la tierra dura, salió disparado, Jacinto, contra tu rostro. El dios, tan pálido como el mismo muchacho, acoge en sus brazos el cuerpo caído; y tan pronto te reanima como restaña tus tristes heridas, y a continuación te aplica hierbas, intentan do retener tu vida que se escapa. De nada sirven sus artes; la herida era incurable. Cuando en un regado jardín alguien quiebra el tallo de las violetas o de las amapolas o de los lirios de enhiestos estambres amarillos, estos de inmediato dejan caer sus pesadas cabezas lánguidamente y ya no pueden sostenerse y sus corolas apuntan hacia el suelo. Pues de igual modo yace su rostro moribundo y, desprovisto de vigor, el cuello es una carga para sí mismo y se vence blandamente sobre el hombro. “Te desplomas, Ebálida, privado de la promesa de tu primera juventud”, dijo Febo, “y veo en tu herida una acusación contra mí. Tú eres mi dolor y mi crimen; a mi mano hay que atribuir la responsabilidad de tu muerte; yo soy el culpable de tu muerte. [Sin embargo, ¿cuál es mi falta? A menos que jugar pueda llamarse falta, a menos que también pueda llamarse falta haber amado.] Y ojalá se me permitiera entregar mi vida a cambio de la tuya o entregarla contigo. Pero, puesto que nos lo prohíbe la ley del hado, siempre estarás conmigo y tu recuerdo permanecerá en mi boca”. [En tu honor la lira resonará tocada por mi mano, en tu honor sonarán nuestras canciones y, en forma de flor nueva, imitarás nuestros lamentos con tus letras. Vendrá también un tiempo en que un héroe muy valeroso se añadirá a esta flor y su nombre será leído en la misma hoja.] Mientras la veraz boca de Apolo profiere tales palabras, la sangre, que al verterse por el suelo había salpicado la hierba, deja de ser sangre, y nace una flor más brillante que la púrpura tiria y toma la forma de los lirios, si no fuera purpúreo su color y el de aquellos fuera plateado. No le bastó a Febo con esto (pues este honor se le debía a él); graba sobre los pétalos sus propios gemidos y la flor lleva grabado AI AI y la letra denota luto. No se avergüenza Esparta de haber engendrado a Jacinto, y sus honras duran hasta esta época, y las Jacintias retoman anualmente para ser celebradas, a la manera de los antiguos, con solemne pompa "!. Publio OVIDIO Nasón. Metamorfosis. Libro X versos 162 a 219. Editorial Gredos S.A. Madrid 2012. 





miércoles, 6 de agosto de 2025

LA EXÉGESIS MEDIEVAL AYUDA A COMPRENDER EL PATRIMONIO FUNERARIO.

LA EXÉGESIS MEDIEVAL AYUDA A COMPRENDER EL PATRIMONIO FUNERARIO.

Fotos personales tomadas el 19 de junio de 2025
La tarea de un historiador es hace complejas todas las investigaciones y poder hacer preguntas siempre nuevas sobre aquello que se consideraba que se había dicho todo y nunca dar por terminado sus propias tareas de investigación . Encontrar nuevas fuentes de información o crear una forma nueva de comprender las antiguas. Como hacedor de nuevas hipótesis de trabajo les propongo lo siguiente:
Al avanzar en el estudio del lenguaje y la gramática simbólica funeraria voy tomando conciencia en la posibilidad de relacionar su comprensión con el sistema medieval de análisis de los textos literarios, en espacial de los escritos bíblicos. La novedad posible es intentar aplicar esa metodología al patrimonio funerario. Esos niveles o etapas de interpretación son: LA ETAPA LITERAL en la cual se toma el texto bíblico en forma tal como aparece sin introducir comentarios. Es lo que hoy muchas veces se denomina una mirada fundamentalista. Es posible relacionar este nivel de análisis con aquel que los historiadores del arte denominan: pre iconográfica, es decir, cuando el comentario se limita a describir aquello que se ve sin agregar absolutamente ningún comentario o aporte. LA ETAPA ALEGÓRICA que es el intento de comprender un texto como mediador de un mensaje que está más allá de lo que estamos leyendo que en el caso de quienes nos ocupamos del patrimonio funerario, es intentar llegar a la primera etapa de lo que se denomina iconografía, es decir, cuando a los estilos arquitectónicos y sus elementos les concedemos nombres y origen y encontramos palabras técnicas para designar con propiedad cada elemento como diferenciar columnas de pilastras, de poder clasificar los estilos y características de los capiteles. El tercer momento es lo que se denomina en la exégesis medieval se denomina ETAPA ANALOGICA y que quienes estudian las obras de arte denominan iconológico, es decir, cuando intentamos describir la intención profunda del mensaje que los diversos elementos de la arquitectura, obras de arte, vitrales y demás elementos quieren comunicar. La simbología funeraria se concentra generalmente en esta etapa y que nos obliga a pensar que las obras de arte y los estilos arquitectónicos no fueron pensados para agradar sino para comunicar un mensaje. El trabajo justamente de la comprensión del lenguaje simbólico es colocarnos mentalmente en la intencionalidad primera de quienes idearon un monumento funerario y que posiblemente el tiempo ha borrado. Al hablar de borrado o deteriorado no me refiero a lo tangible sino al patrimonio intangible ya que estamos entrando en el mundo de la hermenéutica misma. Todo este proceso nos conduce a la última ETAPA TROPOLÓGICA nos lleva a la aplicación práctica del texto y en nuestro caso el mensaje que tiene el patrimonio funerario para el presente y que tiene que ver con nuestra conducta, vida y proyecto. No estamos haciendo un trabajo de investigación que se queda y permanece en el pasado sino que ese conocimiento ilumina el presente.  





LOS ÁRBOLES DE LA RECOLETA TAMBIEN TIENEN HISTORIAS.

LOS ÁRBOLES DE LA RECOLETA TAMBIEN TIENEN HISTORIAS.

Fotos personales tomadas el 15 y 20 de mayo de 2023 y el 14 de febrero de 2024
ÁRBOLES. La simbología funeraria nos introduce en el mundo maravilloso de los relatos que tienen como objetivos de mejorar nuestras vidas. La historia de Filemón y su esposa Baucis, en estos tiempos de tanto cuestionar a los inmigrantes por diversos motivos, este relato nos puede ayudar a pensar. Es una de las historias que nos conserva el poeta Ovidio y su libro “Metamorfosis”. Allí no cuenta que Jupiter y su hijo Hemes quieren probar la hospitalidad de los seres humanos y descienden a la tierra disfrazados de pobres viajeros. Luego de solicitar ayuda, comida y albergue en las principales mansiones de una ciudad donde son claramente rechazados por sus humildes apariencias, llegan a una casita en precarias condiciones donde, a pesar de su propia pobreza, reciben a estos viajeros con una hospitalidad que ofrecen lo mejor, sin saber que son los dioses camuflados de pobres. En recompensa Zeus y Hermes revelan su verdadera identidad y, castigan por un lado a la ciudad cuyo pecado era justamente la falta de hospitalidad al pobre y extranjero y recompensan a Filemón y su esposa Baucis cuya casa se convirtió en un templo en el cual el matrimonio ejercieron como sacerdotes. Como eran ya ancianos y para evitar el dolor de morir a tiempos diferentes y para evitarles el dolor de esa pérdida, se les transforma a ambos en árboles: Filemón en un roble y a Baucis en un tilo. El mito nos muestra que aún en la muerte podemos ser recompensados por una vida virtuosa y que el amor y la fidelidad se puede proyectar en esa otra dimensión.
RECURSO BIBLIOGRÁFICO.
Filemón y Baucis, pareja frigia cantada por Ovidio en sus Metamorfosis; eran muy pobres pero dieron hospitalidad a Zeus y Hera que viajaban disfrazados de mortales, cuando todos los demás pobladores de la aldea les habían cerrado las puertas. En recompensa la pareja divina transformó la casa de aquéllos en templo y les concedió que no se vieran separados en tocia la vida. Cuando murieron fueron metamorfoseados. Filemón en una encina y Baucis en un tilo. -Esta leyenda es un evidente elogio a la hostilidad y a la fidelidad conyugal.
Julién, Nadia. ENCICLOPEDIA DE LOS MITOS Editorial Océano de México. 




lunes, 4 de agosto de 2025

FÉLIX A. CARLOMAGNO. Simbología del trípode funerario.

FÉLIX A. CARLOMAGNO. Simbología del trípode funerario.

Fotos personales tomadas el 19 de junio de 2025
En esta puerta funeraria el trípode que vemos humeante nos lleva pensar en su simbología de elevación espiritual por el humo ascendente que surge de su copa que también simboliza las oraciones de los cristianos. Por sus tres pies con los que sostiene es humo ascendente podemos pensar en la estabilidad y continuidad de estas plegarias al igual que un símbolo que pone en comunicación cielo y tierra. Al estar estas imágenes en esta puerta nos permite identificar este símbolo con la misma puerta y pensar que es ella también parte de ese proceso de poner en comunicación dos espacios diferentes emocionalmente. En los tiempos de la Grecia y Roma clásica el trípode tenía diversos usos: por un lado era una recipiente donde se colocaban ofrendas dedicadas a los dioses y luego se le agregó el fuego que siempre representa la voluntad de hacer pasar una ofrenda de la tierra al cielo, pensamiento que nace de la analogía del humo que asciende y comunica un arriba y un abajo. 





domingo, 3 de agosto de 2025

JUAN VIDELA. El patrimonio funerario como el espejo del la realidad.

JUAN VIDELA. El patrimonio funerario como el espejo del la realidad.

Fotos personales tomadas el 19 de junio de 2025
Quisiera comenzar esta reflexión sobre este monumento funerario que nos introduce en el mundo simbólico funerario con esta frase: Omnis mundi creatura, Quasi liber et pictura, Nobis est et speculum (Traducción: Cada criatura del mundo. Como un libro y una pintura. También es un espejo para nosotros)[1]. Esta clara afirmación del teólogo medieval Alain de Lille puede ser nuestro faro en la interpretación del lenguaje simbólico funerario. Todo el patrimonio funerario es parte de ese gran texto casi literario que constituye lo que podemos llamar la gramática del lenguaje simbólico en general y en nuestro caso en particular. Todos los elementos que constituyen este patrimonio pueden ser considerados como una fuente inagotable de sentido y de infinitos comentarios e interpretaciones. De la misma forma en que la naturaleza y la realidad es dinámica y cambiante, también lo es la interpretación que sobre ese espejo podemos llegar a construir. Las analogías y las afinidades están en un movimiento que exige actualizarnos siguiendo ese movimiento. La gran sabiduría de quien estudia esta simbología es relacionar este lenguaje con otros que constituyen un solo lenguaje, un idioma con múltiples palabras que nos hablan sobre una realidad que siempre está más allá de nuestra mirada y que nos introducen un una realidad superadora de toda oscuridad. Si bien este lenguaje es dinámico, no por ello significa que sea un invento arbitrario. Podemos comprender la realidad y la naturaleza como esencialmente simbólica que nuestra mentalidad simplemente descubre pero no inventa. Emile Male, el especialista en la arquitectura medieval decía que el símbolo lo encontramos estrechamente relacionado con la realidad de forma tal que estos se nuestra comprensión del mundo pasa a ser una imagen imperfecta de un mundo que consideramos perfecto. De hecho todo el patrimonio funerario intenta justamente hacernos partícipes de esa mirada.
En el frente de este monumento funerario podemos considerarlo como un pequeño diccionario de simbología funeraria En la parte superior vemos una cruz con sus brazos trilobulados para relacionar este elemento con la Santísima Trinidad pero a la vez por su ubicación que divide en dos simetrías al monumento podemos considerarla como un símbolo del eje del mundo ideal. En el frontón podemos considerar la imagen de la clepsidra alada que ocupa el tímpano de un frontón muy neo clásico. En el arquitrabe aparece la cartela con el nombre del titular y debajo enmarcado por dos pilastras simétricamente ubicadas para mantener la armonía deseada y que como todo elemento vertical lleva nuestra mirada hacia arriba para ver en esta especie de segundo tímpano otra cruz de la cual aparecen rayos para simbolizar una presencia trascendente rodeada de una guirnalda con una diversidad de flores asombrosa que se transforma en un herbario funerario complejo.
Es importante recordar que las guirnaldas son una corona abierta por lo que mantienen el mismo nivel simbólico, es decir, también se las asocia con la eternidad de lo circular. También por las flores que la componen simbolizan la confianza que más allá de la caducidad de las flores aparece la seguridad de que se circuló vital recomenzará en otro tiempo.


[1] LOUIS DUPRÉ. Simbolismo religioso. Editorial Herder. Barcelona 1999. 






viernes, 1 de agosto de 2025

MERINO. SIMBOLOGÍA URNA Y SUDARIO. ¿Un masón católico?

MERINO. SIMBOLOGÍA URNA Y SUDARIO. ¿Un masón católico?

Fotos personales tomadas el 1º de julio de 2019, 31 de enero de 2020 y 8 noviembre 2022
A medida que avanzo en el estudio e investigación del patrimonio funerario y al compartir saberes intuyo que hay un gran desconocimiento de la simbología cristiana y esta es una situación preocupante porque ella es la base sobre la cual se pueden sustentar las diversidades. Teniendo en cuenta que la mayoría de la población de Buenos Aires adscribe tanto en el pasado como en el presente a la comunión cristiana ese tiene que ser nuestro punto de partida en toda interpretación y sobre ella mostrar la diversidad de lecturas. Uno de los problemas detectados es la similitud de la simbología masónica con significado llena de matices pero no estrictamente diferente. Pero como todo historiador tiene como misión complejizar el trabajo de investigación, muchos masones han sido y son católicos, entonces en un monumento funerario podemos hacer una lectura de los símbolos desde una u otra pertenencia o explicar los matices con la cual la emplea cada una de esas comunidades.
La urna funerario que vemos en la simbología procede de la cultura romana clásica y es parte de la costumbre que había en aquellos siglos de cremar los cuerpos. Es frecuente encontrar este elemento en el lenguaje simbólico de este espacio.
El paño que le cubre, y allí radica una mirada más próxima al cristianismo pero sin negar que los masones también pueden pensar en ella, representa la resurrección y la promesa de otra dimensión de existencia.
Es frecuente en la tradición litúrgica cristiana utilizar un sudario semejante para simbolizar la fuerza de la esperanza en la resurrección. A mi entender no tiene un significado de muerte sino que es símbolo de la resurrección y de la victoria de la vida sobre la muerte. Es llamativo como este mensaje de esperanza y mirada nada lúgubre se ve reforzada por la guirnalda de flores con toda su significación de lazos y continuidad que circunda la urna frecuentemente
Es interesante encontrar este dialogo entre elementos simbólicos en un mausoleo clara y abiertamente masónica entonces nos tenemos que preguntar desde dónde vamos a interpretar estos elementos que van más allá de los propiamente masones como es el compás y la escuadra.
Hablemos de la urna funeraria también llamada cineraria palabra que se remonta a la etimología latina de cinis-eris: cenizas que en general eran de cerámica o metales en la cual se colocaban las cenizas de familiares y personalidades destacadas luego de su cremación.
Por otro lado, el paño que cubre esta urna funeraria es lo que denominas sudario de la resurrección que nos remite a los relatos de la pasión de Cristo, en especial los relacionados con su resurrección. Podemos leer la descripción de esa escena en el evangelio de Juan “20 El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto. Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. 5 Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. 6 Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, 7 y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparteEntonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos. 10 Y volvieron los discípulos a los suyos” Estos lienzos y sudario pasaron con el tiempo a ser símbolos que se relacionaron estrechamente con la resurrección de todo cristiano. Este relato también nos lleva a diferenciar el sudario de la sábana santa ya que por lo que podemos deducir el sudario era solo la parte que cubría el rostro del cuerpo de Cristo y que lo encuentran justamente los discípulos prolijamente enrollado en un lugar aparte de lo que era la mortaja. En la liturgia cristiana a partir de los siglos XII y XIII se introdujo el representar la pasión durante el tiempo de Pascua y que fue el antecedente del renacimiento del teatro. En los textos que se cantaban podemos encontrar el titulado: Victimae paschali laudes, etc., cuya letra es interesante recordar en el contexto funerario ya que dice: “A la Víctima pascual ofrezcan alabanzas los cristianos. El Cordero redimió a las ovejas: Cristo inocente reconcilió a los pecadores con el Padre. La muerte y la Vida se enfrentaron en lucha singular. El dueño de la Vida, que había muerto, reina vivo. Dinos, María, qué has visto en el camino? Vi el sepulcro de Cristo viviente y la gloria del que resucitó: a unos ángeles, el sudario y los vestidos. Resucitó Cristo, mi esperanza: precederá en Galilea a los suyos Sabemos que Cristo verdaderamente resucitó de entre los muertos. Tú, Rey victorioso, ten piedad. Amén, Aleluya”. Al leer este texto vemos el fuerte contenido de consuelo y esperanza que comunica y que está asociado a este símbolo funerario. 





SANTO TOMÁS APOSTOL con escuadra y compás.

SANTO TOMÁS APOSTOL con escuadra y compás. Durante cierto tiempo he considerado la escuadra y el compás como símbolos propios de la masonerí...